Día a día
2025-03-17
Esta entrada es un recordatorio para decirme a mí mismo cuáles son mis objetivos a corto plazo.
No lo había escrito antes, y tampoco es algo que proclame a los cuatro vientos con mi entorno. Pero estoy reduciendo mi armario, mis pertenencias tras años de acumulación y, en general, todo lo que me no quepa en el petate, porque en unos 3 o 4 meses, si todo sale según lo previsto, me piro a Italia. Hasta tengo una lista. ¡Una maldita LISTA de cosas que puedo arrastrar! El objetivo es venderlo todo o regalarlo—por antonomasia—si son cosas de las que no puedo sacar provecho y que, además, no uso.

Figuritas Banpresto de anime, cómics, libros, la pantalla auxiliar del portátil, la tele, mesas, muebles, ropa que lleva años muerta de risa… absolutamente todo.

La misión es clara: llenar el coche hasta los topes (por suerte es grande), comprar un baúl para el techo donde meter maletas y demás trastos, cargar a los dos chuchos y largarme de una tacada a Milán (o alrededores) para pasar allí una buena temporada, espero que suficientemente larga como para no tener ganas de volver.
No es un arrebato ni una crisis esto de Italia. Tengo amigos italianos, he trabajado con ellos e incluso podría decirse que sé hacer helados artesanales y carbonara con algo que no sea nata y bacon.
La realidad es que nunca he viajado ni salido del país. Solo quiero vivir una experiencia en otro sitio, ver cómo me las apaño en un entorno distinto, y no es que tenga precisamente dónde volver puesto que no tengo una "casa" persé dónde caer muerto.
Con los perros, el tema vivienda se complica un poco, sobre todo al buscar piso compartido, pero ya que todo el mundo se llena la boca diciendo que Italia es el paraíso "pet-friendly", vamos a comprobarlo. También, siendo sinceros, es una buena forma de irme a tomar por saco sin darle demasiado tute a Sam, que ya tiene una edad.
En el fondo, todo este *no síncope* es una reafirmación propia, una excusa elegante para autocomplacerme en mi aislamiento y convencerme de que es el entorno el que me influye negativamente, y no yo el que se niega a dejarse influir por él. Pero llevo años en este aislamiento y, aunque sé perfectamente que mis problemas también forman parte de la lista y del petate…
